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La profesionalización de la carpintería y el sector de la madera, un paso necesario para el desarrollo del sector en América Latina
En varios países de América Latina y entre los que se encuentra Colombia, la carpintería sigue siendo un oficio que, en la mayoría de los casos, se transmite de generación en generación a través de la observación y la práctica. Sin embargo, en un mundo globalizado y competitivo, la profesionalización de esta labor se convierte en una necesidad vital para que los carpinteros y personas de otros oficios, adquieran nuevos conocimientos y se mantengan a la vanguardia sobre los avances técnicos y tecnológicos en el sector, y tengan la posibilidad de abrir nuevas puertas para su crecimiento en la industria.
Hoy en día existen espacios como la feria interzum bogota, en el que los carpinteros pueden participar y ampliar sus conocimientos sobre las nuevas tendencias del sector, por medio de una variada oferta de actividades de aprendizaje que incluye talleres dictados por instituciones como el SENA, charlas y conversatorios a cargo de aliados y expertos que también hacen parte de las empresas expositoras. Sin embargo, aún existen algunos desafíos por resolver que permitan dar un salto definitivo en la profesionalización de la carpintería.
En primera instancia, tal y como lo expresó Raúl Rojas Bohórquez, instructor SENA del Centro de Tecnologías para la Construcción y la Madera, algunos de los desafíos que afronta el sector se relacionan con la incorporación de procesos de alta producción, pues “es un reto comparar los procesos europeos con los de nuestras naciones suramericanas porque existe una brecha tecnológica que debemos ir superando para equiparar el nivel de otros países”.
Hernán Osorio, Sales Manager Latin America de Hettich Group, piensa muy similar, ya que sumado al trabajo que se debe realizar para reducir esta brecha tecnológica, hay un desafío que se debe tener en cuenta y es el valor que tienen los trabajadores: “Todos los actores que participan de la cadena de valor deben entender que para desarrollar el mercado y crecer, el factor humano es fundamental”, dijo.
Y agregó: “Se realizan grandes inversiones en tecnología y maquinaria, pero si no se cuenta con personas formadas que puedan sacar el máximo provecho a esas inversiones para que se transformen en una ventaja competitiva, estas máquinas se transforman en lujos innecesarios que no aportan al crecimiento”.
Trabajo colaborativo entre la academia y las empresas
Ante la necesidad de darle la relevancia suficiente a la profesionalización de la carpintería, no solo en Colombia sino en toda Latinoamérica y El Caribe, la colaboración entre las empresas y las instituciones educativas de cada región entran a jugar un papel fundamental para facilitar el avance en este proceso.
Primero, las instituciones académicas, y las que ofrecen programas técnicos y tecnológicos, pueden dar la formación conceptual y técnica adecuada para transmitir conocimientos sobre los nuevos métodos de producción que, combinados con el aprendizaje sobre el uso de materiales y herramientas más avanzadas, mejorarían el empleo, como sucede en otros estudios técnicos.
Tal y como lo han señalado expertos de empresas como Hettich Group, un carpintero técnicamente preparado puede realizar su trabajo de manera más eficiente, utilizando adecuadamente los recursos y la tecnología disponibles, “no solo beneficia económicamente a quienes trabajan de forma independiente, sino que también mejora su competitividad en el mercado laboral, permitiéndoles acceder a mejores remuneraciones”, aseguró Osorio.
Sin embargo, más allá de lo que puedan hacer las instituciones académicas, el sector empresarial también tiene una labor esencial, tal y como lo propuso Rojas, “Pueden establecerse pasantías y prácticas dentro de los contratos de aprendizaje que realmente incorporen nuevas tecnologías, por ejemplo, los procesos CNC y de alta automatización en la fabricación de mobiliario y carpintería”, convenios o pasantías en los que instituciones como el SENA pueden ejercer el rol de supervisores, “hasta alcanzar su popularización en la adaptación y uso de la tecnología moderna”, tal y como lo señaló Rojas.
Si nos vamos al panorama Latinoamericano, según la investigación U.S. Foreign Assistance to Latin America an the Caribeann, del Congressional Research Service en los últimos años se ha mostrado un progreso significativo especialmente en países como Chile, Colombia y República Dominicana, en los que se han implementado programas de formación y certificación que buscan elevar el nivel de competencia y formalización en la industria. Estas iniciativas aportan positivamente en las habilidades de los carpinteros y aumentan sus oportunidades laborales y salariales.
Además, informes como el “Elevating the profesión in Latin America: Early Childhood Teacher Preparation Standars in Three Countries”, publicado en la revista “Early Years: An International Journal of Research and Development”, indican que la inversión en capacitación y desarrollo profesional para carpinteros en la región está ligada a un aumento en la demanda de mano de obra calificada en el sector de la construcción, lo cual también ha impactado positivamente en la productividad del sector.
Vale la pena mencionar que la profesionalización no significa abandonar la tradición carpintera, sino enriquecerla. La combinación de técnicas tradicionales con conocimientos modernos puede llevar a la creación de productos que destaquen por su calidad y originalidad. Incentivar esta profesionalización es, en última instancia, una apuesta por el futuro, donde la excelencia y la innovación son las protagonistas.
Iniciar este camino hacia la profesionalización de la carpintería en América Latina es, sin duda, un paso necesario. La combinación de tradición y modernidad puede transformar la vida de miles de carpinteros, mejorando sus condiciones de trabajo y abriendo nuevas puertas hacia un desarrollo integral y sostenible.
Un análisis más profundo sobre este tema, lo tendremos en Instagram Live de interzum bogota, junto a María de Los Ángeles Silva, Project Manager de interzum bogota y Hernán Osorio de Hettich Group, el próximo 13 de agosto de 2024.
